Lunes 4 de julio de 2022
Estimada comunidad Educativa:
Al finalizar el primer semestre creemos necesario transmitirles algunas preocupaciones que hemos podido presenciar durante este primer semestre en el que hemos regresado a nuestras actividades sin aforos. No ha sido fácil para nadie retomar el ritmo al que estábamos acostumbrados y al terminar nuestro trabajo queremos dejarles un mensaje que nos ayude a todos a valorar lo que tenemos y plantearnos interrogantes y desafíos.
Desde marzo hemos percibido mayores tazas de agresividad y no sólo de los estudiantes, sino que también por parte de las familias. Después de un semestre de clases, ya comenzamos a presenciar una estabilización en las relaciones sociales de nuestros estudiantes, aunque siempre persisten conflictos, lo que es inherente al ejercicio de la amistad o el compañerismo; es propio del ejercicio de nuestra libertad y de convivir en un mundo donde todos pensamos distinto.
En esta carta quisiera relevar al menos tres situaciones que dan cuenta de un cambio que vivimos como colegio y que nos hacen pensar sobre los propósitos que orientan nuestro actuar.
La desidia de un número importante de estudiantes:
Nuestra misión señala “Ofrecer una Educación de calidad y equidad en un contexto educativo centrado en la persona…”. Esta simple frase hoy no refleja la actitud de muchos estudiantes que se limitan a dar el mínimo esfuerzo, que tienen familias que justifican ese actuar y que no están dispuestos a que el colegio pueda desarrollar al máximo (no al mínimo) todo su potencial. En ocasiones se confunde felicidad y estabilidad socioemocional con no exigirle a los niños y niñas.
Estamos muy conscientes de los estados socioemocionales de nuestros estudiantes. No son pocos los que son acogidos y acogidas por nuestras encargadas de convivencia, psicólogos, por profesores y profesoras, Educadoras PIE, Asistentes de la Educación, que los acompañan en los difíciles momentos que les toca vivir. En algunas ocasiones no ven salida a sus problemas de adolescentes y ahí estamos para acompañar. No medimos a todos con la misma vara, no podemos, tenemos especial cuidado con ser justos, pero no por eso claudicaremos en nuestra misión. Muchas veces las y los docentes sienten agobio por tener que abordar estas complejas situaciones de sus estudiantes, ya que las soluciones a este tipo de problemas no se resuelven con una conversación.
Les pedimos también a ustedes como padres y madres, que no se rindan, pues si le acomodamos la vida a nuestros hijos según lo que ellos solamente quieren hoy, no les estaremos formando en el rigor, en la exigencia, en la disciplina, en el visualizar otras posibilidades más allá de lo fácil y cómodo. No se planteen contra nosotros, trabajamos con un equipo profesional de alto nivel que se esfuerza cada día por dar lo máximo en acompañar, enseñar y formar.
La confrontación sin diálogo de algunas familias:
Quizás no les sorprenda lo que les diré, incluso puede ser que algunos hasta se molesten. Vivimos en un contexto donde protestar con violencia o agresividad parece que se ha legitimado. Donde insultar, denostar y funar por redes sociales, son conductas naturalizadas e incluso avaladas por muchas y muchos. Esta situación que vivimos como país, también se traslada a nuestro Colegio. Algunos apoderados nos exigen soluciones inmediatas, otros quieren que hagamos lo que ellos nos exigen, algunos han generado un mal trato con docentes en reuniones y otros a través de provocadores correos electrónicos. Desde hace mucho tiempo que no teníamos, como este año, entrevistas con apoderados junto con sus abogados; mientras la contra parte pide sanciones ejemplificadoras para algunos niños o niñas que están aún en formación.
Pueden parecer palabras duras, pero son reales. Sabemos y queremos reconocer que la mayoría de los apoderados no tiene grandes dificultades, hay un grupo importante que no se involucra mucho y también existe un grupo que siempre está apoyando, colaborando y participando. El trabajo con ese grupo que muchas veces se transforma en directivas de curso o en voluntarios que trabajan o quieren trabajar en el Centro de Padres, o como delegados y que apoya nuestra gestión y si bien también la critican, lo hacen constructivamente con la convicción de que trabajamos profesionalmente y con la mejor de las intenciones para sus hijos e hijas. Agradezco profundamente a esas familias que donan generosamente su tiempo por sus hijos y el Colegio.
La exigencia del trabajo docente hoy:
Según una investigación de Elige Educar (2019)1, el año 2025 existirá un déficit de 32.000 docentes, sin contemplar a todas y todos quienes habrían dejado las aulas después de la pandemia.
Este primer semestre hemos sido afectados como equipo por licencias médicas de profesores que se han visto agobiados por la excesiva carga que significa no solo hacer la tarea para la que están encomendados, enseñar para que el o la estudiante aprenda; sino que también para acompañar a estudiantes que viven situaciones socioemocionales complejas, algunas muy graves y además tener que estar prestos para acoger a familias con disposiciones más agresivas.
Se nos ha hecho muy difícil poder reemplazar a docentes de asignaturas sensibles. Y si bien no podemos pedirles que se acostumbren a esto, trabajamos para encontrar al personal idóneo que
1 https://eligeeducar.cl/content/uploads/2020/11/resumen-ejecutivo-anaxxlisis-y-proyeccioxxn-dotacioxxn- docente-en-chile-ee2019.pdf
pueda enseñar de la mejor forma. Nosotros cuidamos a nuestros docentes, y trabajamos para que cada año se superen a sí mismos.
Mensaje final:
Trabajamos incansablemente para formar a nuestros estudiantes, sus hijos e hijas; para que se puedan desarrollar lo más posible según los talentos que cada cual tiene; y a pesar de que siempre se puede mejorar, trabajamos para tener un colegio sobresaliente, genuinamente y con buenas intenciones para dar lo mejor de nosotros, auxiliares, asistentes, administrativas, educadoras, docentes, equipo directivo y fundador Don Tomás Rojas Rivera. Sus hijos e hijas son nuestra motivación y les pedimos a ustedes apoyo en esta labor. No podemos pedirles confianza pues esta se gana en el tiempo. Aquellas familias que después de muchos años trabajando junto a nosotros se despiden al momento de la licenciatura de IV medio, siempre agradecen las horas y energía que hemos destinado a formar a sus hijos e hijas; y cuando vuelven después de egresar a saludar a sus profesores y profesoras, sentimos profunda satisfacción por la vinculación que logramos generar con ellos y ellas.
Las puertas de las oficinas de todo el equipo directivo permanecerán abiertas para recibir sus inquietudes y también su colaboración. Desde el 2002 construimos Peumayén con perseverancia, justicia y honor. Transformamos cada día el Colegio no sólo en nuestro trabajo, sino en parte de nuestra vida y de nuestra historia.
Un abrazo y un buen período de descanso para todos quienes trabajan en el Colegio y también para nuestros niños, nuestras niñas y adolescentes. Sin duda estos días de descanso nos ayudarán a recuperar fuerzas para un segundo semestre que siempre se hace corto e intenso.
Buenas vacaciones. Saludos cordiales,
ROSANA CAÑETE IBARRA
DIRECTORA
CENTRO EDUCATIVO PEUMAYÉN